Su vida estuvo dividida entre las ecuaciones y la política
Por: ISAAC SÁNCHEZ RUIZ
Albert Einstein fue un zoon politikón. Este personaje fue el científico más conocido y reputado del siglo XX. Un intelectual de peso en el mundo de las ciencias, sin embargo tuvo relaciones directas con el mundo político.
El maestro de la física en diferentes pasajes de su vida, tuvo siempre una inclinación hacia la política y al compromiso social como científico, interesándose por las relaciones entre ciencia y sociedad, utilizando sus propias palabras declaró que su vida esta “dividida entre la política y las ecuaciones”.[1]
La primera actividad política de Einstein tuvo lugar durante la primera guerra mundial, cuando era profesor en Berlín. Indignado por lo que entendía como un despilfarro de vidas humanas, se sumó a las manifestaciones antibélicas. Su defensa de la desobediencia civil y su aliento público para que la gente rechazara el servicio militar obligatorio no generó simpatías de sus colegas. Después de la Gran Guerra dirigió sus energías hacia la reconciliación y la mejora de las relaciones internacionales.
La segunda causa de Einstein fue el sionismo. Aunque era de descendencia judía, Albert rechazó la idea bíblica de Dios. Pero al advertir cómo crecía el antisemitismo, se identifico gradualmente a la comunidad judía y se hizo abierto partidario del sionismo. Hasta 1947 se había mostrado partidario de un estado común entre árabes y judíos.
Una vez más la impopularidad no le impidió hablar de sus ideas. Sus teorías fueron atacadas, se fundó incluso una organización anti – Einstein. En una oportunidad se publicó un libro titulado 100 autores en contra de Einstein, él replicó, “¡Si yo estuviese equivocado, uno solo habría sido suficiente!”.
Fue cofundador del Partido Liberal Democrático Alemán. En 1933, Hitler llegó al poder con el auge del movimiento nacional socialista en Alemania Einstein dejó su país y se nacionalizó estadounidense. La milicia nazi invadió su casa y confiscaba su cuenta bancaria, un periódico de Berlín desplegó en titulares, “Buenas noticias de Einstein: no vuelve”.
Einstein siempre quiso que estas armas nucleares no fueran utilizadas.
Ante la amenaza nazi, Einstein renunció al pacifismo y temiendo que los científicos alemanes construyesen una bomba nuclear, propuso que los EE.UU fabricasen la suya, aunque antes que estallara la primera bomba atómica advertía públicamente sobre los peligros de la guerra nuclear y proponía el control internacional de las armas atómicas.
Apoyo a Robert Oppenheimer para el desarrollo de armas nucleares
De esta forma , apoyó la iniciativa de Robert Oppenheimer para iniciar el programa de desarrollo de armas nucleares conocido como Proyecto Manhattan, ya que consideró que esta era la única forma de amedrentar a los gobiernos alemanes y japoneses. Sin embargo, Einstein siempre quiso que estas armas nucleares no fueran utilizadas.
De esta forma , apoyó la iniciativa de Robert Oppenheimer para iniciar el programa de desarrollo de armas nucleares conocido como Proyecto Manhattan, ya que consideró que esta era la única forma de amedrentar a los gobiernos alemanes y japoneses. Sin embargo, Einstein siempre quiso que estas armas nucleares no fueran utilizadas.
Asimismo, en mayo de 1949, Monthly Review publicó (en Nueva York) un artículo suyo bajo el título de ¿Por qué el socialismo? en el que reflexiona sobre la historia, las conquistas y las consecuencias de la "anarquía económica de la sociedad capitalista", artículo que en la actualidad tiene vigencia.
Una parte muy citada de dicho artículo, es la función de los medios privados en relación a las posibilidades democráticas de los países:
“El capital privado tiende a concentrarse en pocas manos, en parte debido a la competencia entre los capitalistas, y en parte porque el desarrollo tecnológico y el aumento de la división del trabajo animan la formación de unidades de producción más grandes a expensas de las más pequeñas. El resultado de este proceso es una oligarquía del capital privado cuyo enorme poder no se puede controlar con eficacia incluso en una sociedad organizada políticamente de forma democrática. Esto es así porque los miembros de los cuerpos legislativos son seleccionados por los partidos políticos, financiados en gran parte o influidos de otra manera por los capitalistas privados quienes, para todos los propósitos prácticos, separan al electorado de la legislatura. La consecuencia es que los representantes del pueblo de hecho no protegen suficientemente los intereses de los grupos no privilegiados de la población” [2].
El Estado de Israel se creó en 1948. Cuando Chaim Weizmann, el primer presidente de este país y viejo amigo de Albert que murió en 1952. El embajador israelí en EE.UU.Abba Eban , le ofreció la presidencia. Él rechazó el ofrecimiento diciendo "Estoy profundamente conmovido por el ofrecimiento del Estado de Israel y a la vez tan entristecido que me es imposible aceptarlo, además creó que soy demasiado inocente para la política".
En sus últimos años de vida fue un pacifista convencido y se dedicó al establecimiento de un utópico Gobierno Mundial que permitiría a las naciones trabajar juntas y abolir la guerra. En esta época lanzó el conocido Manifiesto Russell-Einstein que hacía un llamado a los científicos para unirse en favor de la desaparición de las armas nucleares. Este documento sirvió de inspiración para la posterior fundación de las Conferencias Pugwash que en 1995 se hicieron acreedoras del Premio Nobel de la Paz.
Einstein firmó la famosa carta al presidente Franklin Roosevelt sobre la política de la bomba nuclear que impulsó a los EE.UU. a plantearse en serio la cuestión, y tomó parte en los esfuerzos de la posguerra.
En suma, no hay pruebas empíricas que señalen que los científicos puedan ser destacados políticos, pero lo que si podemos indicar es la necesidad que los mejores profesionales participen en los asuntos públicos, porque estos profesionales también son ciudadanos.
Albert Einstein con su conocimiento altamente especializado sobre armas nucleares colaboro con los políticos que tomaron decisiones, la cual tuvo una repercusión a nivel mundial. El activismo de este personaje en política fue importante en un momento de la historia. Por lo tanto, el creador de la teoría de la relatividad fue un ciudadano real, digno de imitar.
Notas :